–¿Cuál es el primer síntoma del mal amor? 


–Es la dignidad. Si pierdes tu dignidad por amor a alguien, dejas de ser un enamorado para ser un enfermo. Si estás dispuesto a negociar tus principios por lo que crees que es amor, pierdes la autoestima. 

–¿Eso incluye arrodillarse, espiar, perseguir, implorar...? 

–Sí. Pero no es tan difícil darte cuenta del problema como afrontarlo. Los pacientes se saben enfermos y suelen decirme: “Me estoy autodestruyendo, lo sé; pero es que yo quiero a esa persona más que a mí mismo”. 


–Eso lo diría un drogadicto. 


–Es que ese paciente, en cuanto se le aparta de la persona amada, que es su fuente de gratificación bioquímica, presenta un cuadro típico de síndrome de abstinencia: estrés, depresión y ansiedad. Para no perder esa gratificación hará cualquier cosa. 

–¿Cómo combatir ese cuadro? 


–Con valores éticos. Tenemos que reprogramar al paciente. Yo no puedo hacer que no le guste una droga o que deje de amar a la persona equivocada, pero juntos él y yo conseguiremos que sea consciente de que esa relación le quita más de lo que le da. 

–¿Cómo empezar la desintoxicación? 

–No funciona el desengancharse “poquito a poco”. A esa relación dañina y a esa persona tiene que dejarla del todo; tiene que dejarla de golpe y tiene que dejarla para siempre... 


–¡Valor! 

–Sí, porque la lucha es larga y cuanto más tiempo de “enganche”, más difícil. 

–¿Y volver a sus brazos otra vez? 

–¡Nooooo! No hay vuelta atrás. Esa relación acabó porque le perjudicaba a usted y no tiene arreglo. Elimine la tentación de la autoculpabilidad: usted no puede cambiar a quien no le quiere y que no le quiera no es culpa suya. Me vienen señoras con un brazo roto por el marido que aún creen que podían haber ofrecido el otro y salvar la relación. 
¡Abra su espíritu! Explore el mundo: disperse sus gratificaciones en el universo que es más grande que su pequeño amorcito y que puede darle mucho más que él. 

–Es fácil decirlo... 

–Lo sé. Ese periodo suele llevar seis meses al menos. Hágase cargo de usted mismo. Desarrolle su autocontrol: crezca. Aumente su resistencia afectiva a la frustración. Aprenda a sufrir y acepte que el mundo no gira alrededor de su corazón. 
–Es normal que en su vida le rechacen alguna vez incluso quienes le amaron. Acéptelo y eso le hará ser mejor. Aprenda a perder.
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2 comentarios:

Andrea dijo...

Tienes toda la razón (: Opino igual o parecido jajaja :)
Me encanta sigue así! Un abrazo muy fuerte!:D

Mindy dijo...

me ha encantado esta entrada! Las preguntas y las respuestas son fanntasticas!!